皇居東御苑/Jardines del Palacio Imperial

El Palacio Imperial de Tokio (Kôkyo / 皇居), es la residencia oficial del emperador. El palacio está aislado completamente y rodeado por agua en Chiyoda, una región especial de Tokyo. En sus orígenes allí se encontraba el castillo de Edo, residencia de los shogunes Tokugawa. La extensión total incluyendo los jardines alcanza los 1,15 km² (150 hectáreas). Con el paso de los años, muchas de las estructuras del castillo fueron dañadas por incendios, terremotos y posteriormente fueron reemplazadas. Durante la Segunda Guerra Mundial, el palacio de 1888 fue destruido, pero luego fue reconstruido con el mismo estilo. Las ruinas del antiguo castillo, o Palacio de los Shogun, aún se pueden visitar. Los Jardines del Este (aquellos que se pueden visitar) abren a las 9 de la mañana.

Empiezo está ruta a pie desde Sendagaya, Shibuya-ku y me dirijo a la estación de Sendagaya. Una vez en la estación, hay que girar a la derecha y así vas por un camino que la rodea. Una vez llegas a una calle principal vuelves girar a la derecha y todo recto te lleva al palacio imperial. Es como una isla aislada ya que está completamente rodeado por agua. Tiene varias entradas mediante puentes. El jardín del palacio imperial es posible visitarlo gratis. Dentro hay restos de antiguos castillos del periodo Edo (de los cuales puedes subir a algunos), campas muy verdes y diferentes plantas y árboles. También hay un estanque bastante grande con enormes peces de colores.

Una vez visitado este palacio me dirijo hacia Akihabara, una famosa zona comercial en la que la mayoría de los comercios se dedican a la venta de productos de anime, manga, videojuegos y merchandising.

Posteriormente me dirijo hacia el oeste para observar algunos de los ríos más importantes que cruzan Tokyo. El primer gran río que se cruza es el río sumida. Es muy ancho y lo cruzan barcos con mucha frecuencia. Siguiendo recto se cruzan varios ríos menores hasta llegar al río Ara, uno de los dos grandes ríos de Tokyo junto con el río Tone. El río Ara fue, en tiempos históricos, un afluente del río Tone hasta el período Muromachi (siglos XIV-XVI)
Esta situación cambió cuando el shōgun Tokugawa Ieyasu fijó en la ciudad de Edo (la Tokio), la nueva capital del Japón. A partir de entonces se realizaron numerosas obras públicas en etapas múltiples y complejas para controlar los ríos de la región de kanto para mejorar el trasporte de mercancías.
El borde este de el río Ara es un gran parque con dos caminos paralelos al río, donde la mucha gente práctica ciclismo o corren. También hay bancos y mesas.

La vuelta, la hago por un camino paralelo. De esa forma es posible ver más santuarios.