Circular por Soportújar Dique 24 - Vivero Montechico - Templo O Sel Ling

CIRCULAR POR SOPORTÚJAR (PUEBLO - DIQUE - VIVEROS - CENTRO BUDISTA)
Nos dirigimos esta vez a una ruta alternativa, que toma de otras rutas y con la única pretensión de disfrutar del pueblo y a ser posible, ver robles que tan escasos son por el sur.
Es curioso como Soportújar...

INICIO DEL SENDERO
Escogimos el desvío de la carretera de la sierra donde, precedido por un mural del pueblo que ya nos da un aviso de que las brujas van a estar presentes en nuestro recorrido. Escogimos este punto pues el pueblo no tiene mucho aparcamiento y los fines de semana se ve invadido por muchísima cantidad de gente que abusa de los coches afeando un poco la experiencia.
Desde allí subimos para el pueblo, disfrutando las vistas que se nos ofrecen del valle del Guadalfeo presidido a uno de sus lados por Órgiva y al otro la serranía de Lújar. Al fondo, el embalse que genera la presa de Rules. Un tótem con temática de oscurantismo nos va avisando que vamos a Soportújar.
Pronto descubrimos un rinconcito interesante, la llamada Cueva del Ojo de la Bruja, con un puente bien cuidado y una recreación de una cueva con su atrezo de brujería.
Seguimos subiendo y nos recibe Soportújar con un pequeño parque que recoge las aguas de una rambla y crea un entorno típico de las alpujarras. Eso si, con el toque de una cabeza gigante de bruja que hará las delicias de niños si van acompañados.
El agua es un elemento fundamental en la mayoría de los pueblos de la Alpujarra, por ello, no es raro descubrir bastantes fuentes en nuestro camino como es la de Los Leones que está vigilada por una estatua de un León.
Seguimos y encontramos una pequeña y extraña figura de cristal que nos anuncia la presencia de un recinto budista en la zona. Mas adelante hablaremos de ello.
Nos dirigimos hacia la plaza mayor del pueblo donde se encuentra el Ayuntamiento, la Iglesia de Santa Maria la Mayor y un mirador, el de la fuente de las brujas, que permiten seguir disfrutando del Guadalfeo y de la zona.
Ya, interesados en empezar a pisar senderos, nos dirigimos hacia la parte superior del pueblo, pasando primero por la fuente de los chorros, donde una escultura llamativa de pies de dragón con una casa encima, fuentes y mas temática seguirá haciendo las delicias de los niños y no tan niños.
Seguiremos subiendo y encontraremos una era, la Era de los Aquelarres, donde también se ha tematizado la zona y merece pararse unos segundos con ello.
Sin mas dilación, tomaremos el sendero cementado para empezar a subir destino la acequias que, por un bonito sendero plagado de pinos, de distintos tipos, y cipreses terminará en un dique, el Dique 24...
Desde ahí decidimos intentar alcanzar un vivero que se encuentra mas arriba así que tras encontrar por el lateral un sendero de fácil localización, subimos flanqueados en todo momento por una pleyade de árboles. Sin tener mucho conocimiento de los mismos, pudimos disfrutar de higueras, castaños ya con sus erizos, encinas venerables con sus bellotas verdes, arces, cipreses, pinos de diferentes tipos y como no, algún que otro roble. Todo un espectáculo arboricora.
Alcanzamos el vivero, Vivero de Montechico, que se encarga de cultivar y recuperar, especies de castaños de Andalucía, siendo el castaño el árbol mas característico de la Alpujarra en esta zona.
Volvimos sobre nuestros pasos buscando la caseta forestal que se encuentra por estos senderos pero decidimos en el último segundo, desviarnos bastante de lo pensado para ver un poco el recinto budista. Todo un acierto.
Tras seguir una pista bastante amplia y luego desviarnos un poco por un lateral, alcanzamos el recinto budista O Sel Ling, "Lugar de la Luz Clara" como bautizó el Dalai Lama en el 82.
Hay que decir que en el recinto es muy importante mantener silencio, y que hay diferentes zonas que son privadas así que prima la regla de "no ser demasiado turista".
Podremos ver varias zonas abiertas a todo el público, como budas, minaretes, ruedas dharma...
Intentamos imbuirnos de todo el ambiente espiritual de la zona, aunque la presencia de demasiados turistas bajo mi punto de vista, quitó encanto a la experiencia. No obstante, si se dispone de una oportunidad de acceder sin que pueda haber mucho público, sería una opción muy recomendable como experiencia.
Ya, viendo que la gente empezaba a venir mas en tropel por todos los grupos que localizamos, decidimos volver por el mismo camino hasta el punto de desvío que tomamos para ir al recinto.
Desde ahí bajamos hasta encontrarnos con la casa forestal, y seguimos para volver al pueblo.